Estos son los relatos elaborados por el alumnado del IES Nueva Andalucía tras proponerles la actividad de SIGUE LA HISTORIA del PROYECTO ComunicA en las aulas.
Como sabéis, os propusimos que por grupos elaboráseis un relato continuando el comienzo de un clásico de la literatura, pero sin decir de qué clásico se trataba.
Así que estos son los resultados. Esperamos que disfrutéis con la lectura.
¡LEED y JUZGAD VOSOTROS MISMOS!
Aunque, yo lo tengo claro: francamente interesantes
RELATO 1º ESO A-1º ESO B
El
día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la
mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado
que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna
tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar
se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.
Se
levantó de la cama, miró a la ventana y vio que estaba abierta.
Frente a ella, había en su escritorio una nota en la cual se podía
leer:
“Te
espero en el parque esta noche a las 00.00h. No llames a nadie y ven
tú solo”
Entonces,
empezó a sospechar. ¿Quién será? ¿por qué querrá verme? ¿qué
querrá de mi?, se preguntaba Santiago.
Rápidamente
se vistió. Cuando de repente, se acordó que tenía que ir a esperar
al buque. Cerró la ventana y encontró huellas de botas militares.
Se fue, cerró la puerta de su apartamento, se despidió del portero
y se fue corriendo hacia el puerto. Pero aún así, seguía muy
asustado por aquella nota. El corazón le latía cada vez más
fuerte, aún sentía la piel sudorosa desde que se despertara. Se le
pegaba a la camiseta que era de un color tan negro como la noche en
la que el mismo Santiago Nasar naciera allá por el año 1983. Vino
al mundo con unos ojos tan azules como el mar Cantábrico.
Llegó
al puerto. Era extenso. Había muy poca gente, puesto que todavía
eran las 6 de la madrugada. Olía a sal y aguas contaminadas.
En
ese momento, se encontró con el obispo. Estaba sentado en un banco
viejo y marrón. Ese día el obispo vestía de negro con una corona
larga y amarilla por los lados y portaba un bastón ancho y de color
rojizo.
El
obispo le preguntó a Santiago:
-¿Por
qué crees que te quieren matar?
-En
realidad no lo sé- contestó Santiago- Pero por lo que he
escuchado, tengo información que nadie sabe.
Entraron
a un garito, una especie de discoteca llamada “JOSEFINA”.
Santiago se fue hacia la barra y pidió un chupito de tequila. Sin
embargo, el obispo le hizo beber una copa de vino, ya que
supuestamente era la sangre de Cristo.
Al
salir de la discoteca, un coche negro que esperaba en la puerta, se
acercó donde Santiago y lo secuestraron allí mismo. Se lo llevaron
a una antigua nave abandonada a la afueras del pueblo. Allí, un
hombre le insistía en que dijese todo lo que supiese. Santiago
respondía una y otra vez que no sabía nada. El hombre insistía en
que era mentira. Quería que le contase todo lo que ocurrió durante
el famoso conflicto del año 2000. Santiago, propuso que si le decían
el nombre del que quería matarlo, él daría la información que le
pedían.
Pero
en un despiste de los secuestradores, Santiago logró escapar y salir
de aquella antigua nave. Seguía estando muy asustado porque no se le
olvidaba que querían matarlo. Al cabo de un buen rato, se dio cuenta
de que lo perseguían de nuevo. Esta vez, consiguió tenderles una
trampa y finalmente fue Santiago quien mató al capitán y no al
revés.
FIN
RELATO 1º ESO C-1º ESO D
La
primer señal por donde Asís Taboada se hizo cargo de que había
salido de los limbos del sueño, fue un dolor como si le barrenasen
las sienes de parte a parte con un barreno finísimo; luego le
pareció que las raíces del pelo se le convertían en millares de
puntas de aguja y se le clavaban en el cráneo. También
notó que la boca estaba pegajosita, amarga y seca; la lengua, hecha
un pedazo de esparto; las mejillas ardían; latían desaforadamente
las arterias; y el cuerpo declaraba a gritos que, si era ya hora muy
razonable de saltar de la cama, no estaba él para valentías tales.
Empezó a
convulsionar y su hermana le dio un fármaco que lo anestesió y lo
dejó dormido.
Al día siguiente,
se despertó en su casa. Estaba vacía. Así que se fue a la
comisaría de policía. Tampoco allí había nadie. Salió de la
comisaria y pudo ver que fuera había una horda de zombies devorando
a una persona. Se fue corriendo a casa para refugiarse allí. Al
llegar, cerró la puerta y escuchó un ruido dentro de su habitación.
Inmediatamente fue a la cocina en busca de algo con lo que poder
protegerse. Una vez armado, se dirigió de nuevo a su habitación
sigilosamente. Sentía miedo, pero a la vez tenía curiosidad, así
que entró. Estaba totalmente a oscuras y el silencio era aterrador.
Se asomó por una rendija de la ventana y pudo ver a un niño solo,
en la calle, muy asustado. Con el arma en la mano, no dudó en
rescatarlo y acogerlo. Una vez dentro de la casa, el hombre se acercó
a la cocina por algo de comida. Pasadas unas horas el niño, empezó
a llorar y fueron de nuevo por comida. Lo que desconocían era que
los zombies todavía estaban al acecho.
¡BOOM!
Se escucharon
portazos. En la calle, los zombies intentaban entrar en la casa, las
ventanas no resistían y cayeron sin más. Los dos acudieron
corriendo al sótano. Con la esperanza de poder protegerse, no
pensaron en otras posibilidades. Se hizo un silencio absoluto. Las
luces se apagaron de repente. Se escuchó un ruido, como si alguien
cayera de unas escaleras. Para protegerse, cogieron algo del suelo.
No supieron lo que era, hasta que lo arrojaron, ya que en ese momento
volvieron a encenderse las luces y comprobaron que se trataba de un
cerebro. Al soltarlo, notaron que tras ellos había alguien que
resultó ser la hermana del hombre y que ahora se había convertido
en uno de ellos. El hombre quedó fuertemente impactado. La hermana
salió corriendo hacia ellos. El hermano la dejó inconsciente de un
golpe por si más adelante encontraban alguna cura. La encadenó a
las tuberías y él y el niño salieron a por más suministros,
comida, agua...a una tienda. Al salir, encontraron gente muerta,
tirada por el suelo. Quedaron conmocionados al ver tanta sangre. Sin
embargo, se recuperaron y aprovecharon para ir por medicinas. Por fin
llegaron a un laboratorio, pero se dieron cuenta de que no estaban
solos. Así que se escondieron dentro de unos armarios que allí
vieron. Estaban repletos de más gente muerta. Ya era tarde. No podía
salvar a su hermana. Tuvieron que escapar del laboratorio como
pudieron y dirigirse al aeropuerto donde encontraron un avión. Había
esperanzas, por un momento la felicidad asomaba en los ojos de ambos.
Pero al entrar en el avión, ese sentimiento se truncó en verdadero
horror al ver que estaba lleno de zombies. No había vuelta atrás.
Los atraparon y se los comieron.
FIN
FIN
RELATO 3º ESO A-3º ESO B
RELATO 2º ESO A- 2º ESO B
Si de verdad les interesa lo que voy a
contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo
de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas
estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero
porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo
me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. Bueno, sobre todo a mi
padrastro, ya que mi padre de verdad ha muerto. Pero a mí me da igual, porque
es mi familia, mi vida.
Nací
en Las Tres Mil Viviendas, un barrio de Sevilla. Mi familia era muy conocida
por su gran pobreza, casi siempre llevaba la misma ropa puesta (sucia, rota…) y
por ese motivo en el colegio me insultaban, me pegaban, se reían de mí…es
decir, me hacían bulling.
Yo
me defendía, pero no me servía de nada. Llegaba la Navidad y era la estación
que menos me gustaba, ya que, al no tener dinero, mis padres no me podían
comprar los regalos de Reyes. A mi abuela le regalaron un décimo y se lo regaló
a mis padres, ya que estábamos pasando una mala racha.
Llegó
el 22 de diciembre, el día de la lotería. Estábamos mis padres y yo viendo la
tele. Cuando se acabó el sorteo y tocó el gordo, mi madre fue a comprobar el décimo.
Pero no estaba, lo habían perdido. Estuvimos más de dos horas buscando por la
casa y al final lo encontraron debajo del sofá.
Entonces
fuimos andando hasta la administración de loterías del Estado. Mi madre le dio
la lotería muy arrugada a la máquina, pero no la cogía; estábamos muy
impacientes por ver si nos había tocado algo, por lo menos.
¡NOS
TOCÓ EL GORDO!
Nos
tocaron ocho millones de euros. Ya sí que no me iban a decir nada por ser
pobre, me las iban a pagar una por una.
Todos
los niños que me decían cosas, quería ser mis amigos por mi dinero y por mi
fama.
Cinco
años después, cuando ya tenía 16 años, mi padre murió. Encontraron su cadáver
en una cabaña en el bosque Harley, con un cuchillo hincado en el cuerpo. Y
hasta ahora no han descubierto quién fue el asesino. No sabíamos qué podía
tener esa persona contra mi padre.
Mi
madre, unos meses después, decidió casarse con un compañero de trabajo. Ella
parecía feliz y todo iba bien, hasta que llegó el momento en el que él empezó a
cambiar del todo. Siempre parecía ocultar algo. Muchas veces maltrataba y
pegaba a mi madre, y muchas veces también a mí.
Mi padrastro invitaba a sus amigos a casa, me
decían que me fuese a mi cuarto. Mientras, mi padrastro bebía y consumía
sustancias, etc. Además, recuerdo que cuando vino por primera vez, decidió
ocupar una habitación para él solo. Nunca dejaba entrar a nadie. Pensé que con
dinero los problemas se acabarían, pero todo empeoró. En mi interior sólo
sentía dolor y desprecio.
Mi
madre estaba arrepentida y dolorida, y llegó un momento en el que me dejó, se
fue de este mundo. Ya no tenía fuerzas, sentía que estaba acabado y que pronto
me tocaría a mí.
El
dolor que me causaban sus golpes no era comparado al de mi alma. Una vez traté
de llamar a la policía, pero no tuve el valor suficiente para hacerlo y colgué.
Veía
cómo mi vida se iba desmoronando cada vez más, necesitaba alguien que me
ayudara. Tenía que acabar con aquello y pensé en suicidarme. Me puse en medio
de la carretera para que me atropellasen. Pero el coche paró justo a tiempo y
me desmayé. Era una chica la del coche. Horas después desperté, encontrándome
en el hospital. La joven fue la que me llevó.
Tras
aquel incidente, la fui conociendo poco a poco, hasta establecer una amistad
con ella. Después de tantos años, ya era feliz. Ella fue la chispa que encendió
la luz en mis ojos.
FIN
RELATO 2º ESO C- 2º ESO D
Llamadme
Ismael. Hace unos años- no importa cuánto hace
exactamente-,teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo,y nada en
particular que me interesa en tierra ,pensé que me iría a navegar
un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo.
Pasaron dos años
y me decidí a viajar a Miami, por sus lujosas vistas y playas. Hice
las maletas de inmediato, no había mucho que llevar.
Puse rumbo al
puerto, pedí el ticket de las nueve a.m.
El viaje en barco
duró 24 horas, pero no lo pasé mal porque la comida no era mala, y
me entretuve con las vistas.
Cuando llegué a
Miami sentí algo extraño, porque no había gente en la ciudad. Fui
a un hotel barato a alojarme.
Al día siguiente
, me decidí a darme un baño y entonces los vi: esa gente que
parecía muerta en la arena, era como un cementerio pero sin tumbas.
Me acerqué a una persona, y de repente se levantó.
¡No tenía
estómago!, y tenía el cráneo roto.
Entonces me fui
corriendo como un puma, volví a mi hotel y pregunté ¿Dónde estoy?
Me respondió el
negro: “Estás en el país de los muertos”.
Me quedé en
shock, y me dijo susurrando:”Tenemos que huir de aquí, pero te
tengo que decir otra cosa: me da pánico la sangre . Cada vez que la
veo me desmayo, por eso no salgo del hotel. Tengo armas escondidas”
¿Dónde?- le
pregunté .
Me respondió :
“Acompáñame”
Nos fuimos al
sótano y cuando vi esa puerta enorme tuve esperanzas de salir de ese
mundo.
El negro abrió la
enorme puerta con un código de números.
Cuando abrió la
puerta quise cogerlas todas y me decidí por AK-47 dorada con las
balas.
Me pregunté a mi
mismo: ¿Cómo vamos a salir de aquí?
Respondió el
negro: “tengo una novia que seguro que nos saca de aquí”
Fuimos corriendo a
la casa de la novia, tuve que guiar al negro que iba con los ojos
cerrados para no ver la sangre.
Llegamos a la casa
de la novia la encontramos muerta. Estábamos atrapado en la casa
rodeado por muertos.
Salimos por la
puerta trasera escapando de los muertos. Fue muy difícil que que
tenía que guiar al negro con los ojos cerrados, porque sino se
desmayaba.
Lo subí a mis
hombros , dejé algunas armas en el suelo ya que sino llevaba
demasiado peso encima.
Conseguimos salir
del piso. Oímos un helicóptero o eso pensaba.
Subimos al tejado
del hotel y cerramos la puerta con trozos de madera que encontramos
en el ático.
Una vez allí, nos
dimos cuenta que ese sonido no era un helicóptero sino un generador
eléctrico.
Cogí el móvil
pero no tenía cobertura, así que mientras que pensábamos que hacer
escuché de nuevo.
Esta vez si, esta
vez era un helicóptero.
Tenía que hacer
que me viera, y me di cuenta que llevaba una bengala en el bolsillo ,
la utilicé y el helicóptero nos vio.
FIN
RELATO 3º ESO A-3º ESO B
Alicia
empezaba ya a cansarse de estar sentada con su hermana a la orilla
del río, sin tener nada que hacer: había echado un par de ojeadas
al libro que su hermana estaba leyendo, pero no tenía dibujos ni
diálogos. «¿Y de qué sirve un libro sin dibujos ni diálogos?»,
se preguntaba Alicia, ya
que sólo los locos y psicópatas leen libros sin dibujos ni
diálogos.
Al
día siguiente, me levanté y seguí leyendo el libro. Mi novio,
Alejandro, no estaba en casa. A los diez minutos lo llamé y le
pregunté que dónde estaba.
-Hola,
cariño- dije con voz dulce.
-Hola
estoy aquí, en la biblioteca- se escuchaban besos de fondo.
-Ale,
¿con quién coño estás?
-No
estoy con nadie. Estoy leyendo.
-¡No
me mientas! ¡Sé que estás con alguien!-y colgué el teléfono.
Decidí
a ir a la biblioteca para ver si era verdad y cogí la pistola de mi
hermana. Le puse un silenciador y la metí en el bolso.
Llegué
rápidamente a la biblioteca. Pregunté si mi novio había llegado
acompañado de alguien y me dijeron que sí.
Busqué
por todas partes hasta que los vi saliendo juntos de la biblioteca.
Los seguí. Me aseguré de que no hubiese nadie mirando. Cuando dejó
en casa a la acompañante, aproveché para seguir a Ale y matarlo en
el momento exacto.
Justo
cuando bajó del coche, aproveché y le pegué un tiro en la nuca. Lo
había matado. No me sentía mal, de alguna forma se lo merecía. Me
sentía bien, pero estaba nerviosa. No había nadie, pero en
cualquier momento podía llegar alguien y descubrir el cadáver. La
mejor opción era salir corriendo a casa.
Mientras
corría vi un grupo de personas que paseaba por la calle, me dijeron
unas palabras que no entendía. Era un idioma muy raro. No les presté
atención. “Estarán borrachos. Qué sé yo” Vi el kiosco que
había la lado del parque , ya casi estaba en casa. También vi a mi
tía a lo lejos. Me puse la capucha para que no pudiese verme. Si no,
empezaría a contarme chorradas de su vida. Y no quería escuchar
ahora eso. Necesitaba llegar urgentemente a casa. Pero mi tía
empezaba a fijarse más en mi y pensé que se estaba dando cuenta,
que me había reconocido.
-¡Alicia!Hola,
amor, ¿dónde has estado hoy? ¿estuviste con tu novio? ¡Ay, el
amor..! Si te contase lo que hacía yo a tu edad...
-No
tía. Ahora no. ¡Tengo que irme a casa urgentemente y no puedo
pararme a charlar contigo!
-¡Tranquila!
Hay que tomarse la vida con calma y...
-Sí,sí....pero
es que tengo que irme...porque... ¡PORQUE TENGO DIARREA Y DEBO IR AL
BAÑO!
Salí
corriendo de allí, necesitaba esconderme en aquel mismo momento. Así
que me despedí rápidamente de mi tía y me marché a casa.
Mi
intención primera era darme a la fuga. Haciendo la maleta, encontré
una foto y una cajita con un collar que él me había regalado por mi
cumpleaños. En ese momento, recordé lo mucho que él mequería y
todo lo que habíamos pasado juntos. Aterrorizada por lo que había
hecho, Alicia se entregó a la policía.
FIN
RELATO 4º ESO A-4º ESO B
Cuando
Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño
intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso
insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de
caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre
abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre
cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya
de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en
comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas
ante los ojos.
Confuso y
desorientado, intentaba con todas sus fuerzas explicar este extraño
suceso. De repente, le vino una imagen a la mente. La imagen
correspondía a un sueño que tuvo la noche anterior. Los recuerdos
eran borrosos y sus mente confusa. Gregorio se encontraba acostado en
una cama en medio de una habitación llena de tarros con insectos
nunca antes vistos. En ese momento sintió un leve hormigueo
recorriendo sus piernas, levantó la manta y vio un montón de
insectos subiendo por sus extremidades. Él intentaba quitarse los
insectos de su cuerpo; pero escuchó el ruido de una puerta y ya no
recordó nada más del sueño. Aturdido y desesperado ante la
situación, decidió bajarse de la cama y buscar ayuda.
De repente, oyó una
voz proveniente de la cocina que lo dejó congelado. Eran sus padres
que lo llamaban para el desayuno. Intentó avisarles de que hoy no
desayunaría, pero no consiguió emitir sonido alguno. Atemorizado
por la situación, se dirigió al cuarto de baño, pero estaba
ocupado por su hermano Alejandro. Tocó varias veces a la puerta con
dos de sus nuevas patas. Al verlas, volvió de nuevo a su cuarto para
mirarse en el espejo y descubrir su nuevo aspecto. Al contemplar su
reflejo en la superficie del espejo, se dio cuenta de que se había
transformado en un escarabajo pelotero. Estaba asustado y
aterrorizado.
Entonces llamaron a
su puerta. No sabía qué hacer, debido a su aspecto. Su madre le
traía el desayuno a la habitación. Quiso hablarle, pero notó que
su voz se había vuelto muy aguda. La madre de Gregorio intentó
abrir la puerta pero estaba cerrada con llave. Comenzó a preocuparse
ya que notó que la voz de su hijo era muy extraña. Gregorio
comprendió que su madre se estaba dando cuenta de que algo raro
estaba sucediendo. Así que se puso muy nervioso y decidió salir por
la ventana volando. Mientras lo hacía, un pájaro lo vio y comenzó
a perseguirlo. Muy asustado se metió bajo tierra para esconderse.
Ésta estaba muy húmeda y llena de insectos. Por lo que siguió
huyendo a un lugar más seguro. Por fin consiguió escapar de aquel
pájaro, pero acabó en un basurero lleno de ratas y de basura. Se
quedó allí, escondido, temblando de miedo. Y apareció un caracol
que le ofreció refugiarse con él en un lugar seguro. Así que
Gregorio entró en el refugio y comenzó a contarle todo lo que le
había ocurrido desde la mañana. Seguía asustando y tenía mucho
miedo. El caracol sabía quien tenía la solución a su problema.
Pero debía ir al bosque. Le dio un mapa, además de comida y agua,
ya que le serían necesarias para el viaje. Y así dio comienzo el
viaje hacia un destino incierto, lleno de dificultades
FIN
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